El reloj del hospital Senti

La enfer­me­ría y el alber­gue de San Jaco­bo para lepro­sos, pobres y pere­gri­nos ya estaba con­strui­do en el sig­lo XIII sob­re una cal­le rural en dirección a Basi­lea (hoy en día cal­le Basi­lea) al pie de la coli­na Gütsch en los lími­tes de la ciu­dad. Poco tiem­po des­pués con­struy­e­ron una capil­la. En 1582–1584, el edi­fi­cio fue reno­va­do y en 1662 fue total­men­te demo­li­do y reem­pla­zado por uno nue­vo. En 1817–1818 las alas de hos­pi­tal fueron recon­strui­das según los pla­nos del arqui­tec­to Josef Sin­ger y la igle­sia obtu­vo una nue­va facha­da cla­si­cis­ta. Sob­re esta facha­da se encuen­tra un reloj cuya esfera semicir­cu­lar es muy par­ti­cu­lar. El meca­nis­mo del reloj data de alre­de­dor del año 1700. El reloj cons­ta de un movi­mi­en­to sen­cil­lo de dos rued­as y una sonería de horas. La esfera está dise­ña­da de una for­ma ori­gi­nal pues cons­ta de dos semie­s­fe­r­as y una man­ecil­la de diversos bra­zos alar­g­ados que van indi­can­do la hora respec­ti­va­men­te. A pesar de que este reloj fue recon­strui­do y com­ple­men­ta­do con el paso del tiem­po, siemp­re ha per­ma­neci­do como un raro ejem­plar y des­de 1818 ha man­teni­do su ori­gi­nal­idad en el meca­nis­mo, esfera, man­ecil­la, pesas y péndulo.